Nuestra historia

Simplemente un agua "excepcional

La fuente del agua Lauretana fue descubierta hace más de medio siglo por Teresio Rossello, mientras paseaba por las montañas de la localidad Caruzza (1050 metros sobre el nivel del mar), en el municipio de Graglia (BI). Por casualidad descubrió la fuente y decidió beber el agua de aquel territorio natural e incontaminado e inmediatamente sintió una sensación de placer y bienestar. Si la fuente de Lauretana se descubrió de forma fortuita, a partir de ese momento nada se dejó al azar. Teresio Rossello trajo una muestra de agua para analizarla y la respuesta que recibió del Instituto Técnico Quintino Sella de Biella aún se recuerda: "¡Esta agua es sencillamente excepcional!". Los siguientes y más amplios exámenes del Instituto de Química de la Universidad de Turín confirman la excepcional pureza y ligereza del agua Lauretana.

De los Alpes de Biella a la "cima" del mundo

La primera planta se construyó a unos 850 metros de altura, no lejos de la fuente, para mantener inalterada la pureza original del agua. La actividad de embotellado comienza en 1965: el agua preciosa descubierta por Teresio Rossello se ofrece así también al público y recibe el nombre de Lauretana, elegido en honor a la Virgen negra de Loreto, venerada en el cercano Santuario de Graglia. A partir de ese momento, la empresa ha crecido exponencialmente, pasando de ser una pequeña realidad local a convertirse en una marca de primera línea en el panorama internacional del sector Food&Beverage.