Ciclo productivo

El agua mineral Lauretana se embotella en Graglia, en la provincia de Biella, a poca distancia del manantial: para no dañar las moléculas del agua, el procedimiento dura de ocho a diez segundos y se realiza sin presión, para conseguir preservar mejor el sabor, la calidad natural y la durabilidad, sin ningún riesgo de contaminación bacteriológica. Para que el agua pueda llegar a su mesa tal como fluye del manantial, sin ningún tratamiento ni forzamiento, el ciclo de producción se vincula al clima: en los meses de invierno, cuando llueve poco y las temperaturas demasiado bajas podrían congelar las aguas, el ritmo de producción disminuye.
A través de los años, la inversión tecnológica de la empresa ha sido siempre constante.
Hoy todas las líneas de producción están completamente renovadas y son de última generación, con sistemas de control higiénico avanzados.
Hay cuatro líneas de embotellado: 2 dedicadas a las botellas de Pet - abreviatura de tereftalato de polietileno, un material reciclable, infrangible y muy ligero - y 2 dedicadas a las botellas de vidrio, con la posibilidad de gestionar el vacío retornable - para el mercado nacional y europeo- y el vacío no retornable, dedicado exclusivamente a los mercados extranjeros con la posibilidad de cambiar rápidamente el formato para reaccionar con mayor rapidez a las exigencias de las entregas internacionales.
Todas las instalaciones, vanguardistas y en línea con las últimas exigencias del mercado, son fabricadas por Krones y Acmi, empresas líderes en el sector que garantizan los más altos niveles de calidad y seguridad.