Crecimiento
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO A PARTIR DEL SEGUNDO AÑO DE VIDA
A partir del final del primer año de vida, la mayoría de los niños se adapta espontáneamente a un plan de cuatro comidas más un refrigerio a media mañana. Incluso si hay que dejar una amplia flexibilidad en la dieta o si es necesario proporcionar a la madre un esquema general de las necesidades diarias básicas. La velocidad de crecimiento disminuye hacia el final del primer año y, por consiguiente, disminuye también la ingesta. No es raro que el niño manifieste períodos de desinterés por la comida en general. Hay que tranquilizar a los padres pues esta actitud es temporal y el intento de obligar al niño a comer es inútil, el niño se rebela y surgen problemas en su alimentación.
Las preferencias o el rechazo resuelto del niño hacia ciertos alimentos, deben respetarse en la medida de lo posible. A menudo, los alimentos rechazados por primera vez serán aceptados si se proponen después de algunas semanas.
Los niños tienden a elegir dietas que resultan bien equilibradas.
Normalmente, el niño decide la cantidad que comerá de un determinado alimento y de toda la comida.
ALIMENTACIÓN AUTÓNOMA
Alrededor del sexto mes, el bebé logra sostener el biberón en su mano. Alrededor del octavo, se pueden introducir alimentos que el niño sujeta en la mano, como pan tostado, galletas, rosquillas, por ejemplo, la cucharilla se puede usar después de la edad de un año.
Al final del segundo año de vida, los niños deberían poder comer solos, sin embargo, debido al riesgo de aspiración (inhalación de un cuerpo extraño), hasta los cinco años no se les deben dar alimentos que puedan ser fácilmente aspirados (uvas, cacahuetes, trozos de queso, carne, etc.) sin la presencia de un adulto.
DIETA BÁSICA DIARIAT
Es necesario indicar a los padres una dieta básica diaria para el niño en base a la cual se programe el menú familiar. Se recomienda dividir la ingesta de calorías de los alimentos en 4-5 comidas.
La división calórica diaria recomendada de los macronutrientes es la siguiente:
Desglose calórico
Proteína: 10-12% (relación entre proteínas animales y vegetales 1:1)
Lípidos de los dos a los cinco años 30%, después 20%
Glúcidos: 60%
Desglose diario.
Desayuno: 20% del total de calorías diarias
Almuerzo: 40% del total de calorías diarias
Merienda: 10% del total de calorías diarias
Cena: 30% del total de calorías diarias
NECESIDAD DIARIA DE AGUA | ||
Edad del niño |
ml de líquido por kg de peso corporal |
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El lactante al seno o con leche adaptada |
primer semestre | 150-130ml/kg |
segundo semestre | 130-120ml/kg | |
En el segundo año de vida | 120-100ml/kg | |
A cuatro años | 100-80ml/kg | |
A diez años | 70ml/kg | |
En la adolescencia | 50-40ml/kg | |
En la edad adulta | 50-40ml/kg |
La adolescencia es un período de grandes variaciones incluso en las costumbres alimenticias. Los adolescentes pueden seguir patrones alimenticios incorrectos (comida rápida) o suprimir el desayuno, con efectos negativos sobre el equilibrio metabólico y sobre la capacidad de atención. A menudo, para seguir los modelos propuestos por los medios de comunicación, siguen dietas vegetarianas y macrobióticas con grandes deficiencias nutricionales en un período tan delicado como es la adolescencia.
Los principales desequilibrios nutricionales consisten en una ingesta calórica excesiva con un exceso de grasas, proteínas y bebidas gaseosas y una baja ingesta de carbohidratos complejos (verduras y frutas).
El adolescente debe recibir consejos alimenticios que propongan una dieta variada y rica en fibras.
Es conveniente recordar que las calorías introducidas en la primera mitad del día son utilizadas para satisfacer las necesidades energéticas, mientras que aquellas introducidas en la segunda mitad de la jornada se acumulan en el tejido adiposo.
DIETAS VEGETARIANAS
Las dietas vegetarianas pueden proporcionar todos los nutrientes necesarios solo si las verduras y los cereales que las componen se eligen entre diferentes clases. Las verduras tienen un alto contenido de fibra, vitaminas y sales minerales. De hecho, por esta razón, los vegetarianos tienen un tránsito intestinal más rápido, heces más voluminosas, valores séricos de colesterol más bajos y, de adultos, tienen una menor incidencia de diverticulitis y apendicitis.
Luego están los ovovegetarianos y los lactovegetarianos que obviamente tienen más opciones para una alimentación más equilibrada respecto a los veganos. Los veganos pueden tener carencias de vitaminas B12 y oligoelementos. En los primeros dos años de vida, los niños veganos presentan déficits de crecimiento en comparación con los niños omnívoros.
Prof. Dr. Gian Carlo Mussa
Profesor de Clínica Pediátrica en la Universidad de Torino